El descans dominical en la nostra cultura


PARAULA I VIDA (Diumenge, 30/12/2012)

Ya en ocasiones anteriores me he referido a la necesidad de salvaguardar la institución del domingo. Vuelvo sobre esto por la importancia de la cuestión, que tiene numerosos aspectos, entre los cuales está el familiar y también el religioso, y por diversos hechos de actualidad que están en la memoria de todos.

Una buena prueba de la importancia de este tema es la iniciativa europea que se propuso en el año 2011 en defensa del descanso dominical a nivel continental. Centenares de asociaciones de trabajadores, sindicatos, grupos de cristianos, la Iglesia católica y las Iglesias evangélicas unieron sus esfuerzos en torno a un texto que defiende el derecho a descansar el domingo.

Este grupo, denominado Alianza Europa por el Domingo (European Sunday Alliance) está llevando a cabo diversas gestiones ante las instituciones de la Unión Europea para proteger el descanso dominical.

Los obispos de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (la conocida como COMECE) han dado pleno apoyo a esta campaña, mostrándose contrarios a la apertura generalizada de los comercios los domingos. La posición de la Iglesia en este sentido es muy clara, porque está formulada en la Doctrina Social de la Iglesia y siempre ha defendido el derecho de la persona al descanso festivo. Se podría regular la apertura de algunos establecimientos en domingo con el objetivo de prestar un servicio al bien común, pero la libre apertura generalizada acaba violando el derecho al descanso.

Creo que hemos de prestar mucha atención a las consecuencias sociales y morales de esta medida. He observado, con satisfacción, que en los organismos unitarios del comercio en Cataluña hay una especial sensibilidad en esta cuestión, que es sin duda una de las manifestaciones de nuestra cultura propia. Todos somos conscientes de la gravedad de la crisis económica, pero hemos de ser clarividentes sobre las consecuencias que comporta tocar el descanso dominical, que es una norma de verdadera civilización. Teniendo en cuenta, por supuesto, las excepciones que la práctica ya ha determinado, sobre todo en trabajos vinculados con el bien común y los servicios esenciales de la sociedad.

El matrimonio y la familia son instituciones capitales para el bien de las personas de la sociedad misma. Por esto, la Constitución española "asegura la protección social, económica y jurídica de la familia". La familia necesita de unas determinadas condiciones para formarse y sobre todo para estabilizarse en términos positivos. Una de estas condiciones es la de disponer del tiempo suficiente para convivir y crecer en el amor y la ayuda mutua.

El domingo es para todos los ciudadanos un día importante de reposo, de alegría y de solidaridad. Para los cristianos, el domingo es también el día del Señor, que está en perfecta armonía con el domingo como el día del hombre. Las razones económicas y el progreso técnico, no siempre supeditado a un progreso auténtico de la persona humana y del bien común, no nos han de conducir a la pérdida del valor riquísimo del descanso dominical, que tiene una larguísima tradición en nuestra cultura.

† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arquebisbe de Barcelona