El papa Francisco va a Asís



PALABRA Y VIDA (Domingo, 01/09/2013)

Dentro de un mes, el 4 de octubre, fiesta de San Francisco, el Papa que lleva este nombre irá a Asís. Era un viaje esperado, especialmente desde el momento en que el nuevo obispo de Roma escogió --por primera vez en la historia de la Iglesia- llevar el nombre del Poverellode Asís.

Este viaje nos recordará a muchos aquella otra peregrinación que hizo a la ciudad de Asís el papa Juan XXIII pocos días antes de abrir las sesiones del Concilio Vaticano II. "El papa Francisco es una gracia de Dios al mundo", ha dicho en Barcelona el economista Michel Camdessus, ex director del Fondo Monetario Internacional, miembro del Consejo Pontificio de Justicia y Paz y presidente de las Semanas Sociales de Francia. La elección del papa Francisco, en opinión de este experto, ha ayudado a superar el eurocentrismo que padecía la Iglesia. Es el primer Papa que se ha atrevido a llamarse Francisco, el santo que mejor vio a Cristo en los pobres y que se sintió llamado a reconstruir la Iglesia a partir de sus ruinas, según aquellas palabras que le dijo el Cristo en San Damián: "Francisco, ve y reconstruye mi Iglesia, que amenaza ruina".

Camdessus nos dijo también que podemos esperar cambios importantes en el gobierno de la Iglesia y que es muy significativo que el Papa hable a menudo del Reino de Dios, que es una dimensión fundamental de la fe cristiana.

Hay que inscribir este viaje del Papa a Asís en todo este contexto. El nuevo Papa nos ha recordado que la crisis financiera que estamos viviendo nos lleva a olvidar que su primer origen es una crisis antropológica. Se considera que la solidaridad, que es la riqueza de los pobres, es contraproducente, porque iría contra la racionalidad económica y financiera.

"Mientras el rédito de una minoría crece de manera exponencial, el de la mayoría se debilita -- dijo el Papa actual el pasado 16 de mayo a un grupo de embajadores. Este desequilibrio nace de una ideología que promueve la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, a la cual se añade una corrupción tentacular y una evasión fiscal egoísta que ha asumido unas proporciones mundiales."

Según el Santo Padre, "la crisis que estamos viviendo es una consecuencia del rechazo de la ética, del rechazo de Dios. La ética, como la solidaridad, molesta. Se la considera contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el poder, y porque conduce a Dios, que está más allá de las categorías del mercado".

"Cuando la crisis estalla, hace falta mucho tiempo para recuperarse", nos dijo en Barcelona el experto Michel Camdessus, que también añadió que hemos de vivir esperanzados y ver la crisis como una oportunidad para mejorar nuestros comportamientos y las reglas de la convivencia. El Papa, en Asís, será muy consciente de que ya no es sólo la Iglesia la que hay que reconstruir, sino también el mundo. La Iglesia, hoy, quiere dialogar con el mundo y, de esta manera, mirar de contribuir a encontrar caminos que ayuden a superar la crisis actual y aprender las lecciones que se derivan de ella para el futuro.


† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona