Con la mirada puesta en Jesucristo


PALABRA Y VIDA (Domingo, 16/09/2012)

Nuestra archidiócesis de Barcelona, junto con la Iglesia entera, se prepara para celebrar, siguiendo las orientaciones del Santo Padre, el Año de la Fe que empezará el próximo 11 de octubre. Diversas conmemoraciones y eventos coinciden en el próximo mes de octubre que, si Dios quiere, tendremos ocasión de ir comentando.


Por encima de todo, quisiera remarcar la intención que, según deseo de Benedicto XVI, ha de presidir todo lo que podamos hacer a lo largo de estos próximos meses. Dicho brevemente, ésta sería la propuesta: en todo debe estar presente una preocupación y una voluntad misionera. Se acusa a veces a la Iglesia de que sólo rememora unos hechos pasados, sin intentar revivir estos acontecimientos en el presente y de prepararlos para el futuro, al menos para el futuro inmediato.

Como si respondiera a esta crítica, el Papa, en las palabras con que anunció el Año de la Fe, el 16 de octubre del año pasado, dijo que se trataba de evocar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de fortalecerla y de profundizarla a nivel personal y comunitario. "Haciéndolo con una perspectiva no sólo celebrativa, sino más bien misionera, en la perspectiva exactamente de la misión ad gentes y de la Nueva Evangelización" siendo éstas sus palabras después del Ángelus de aquel día. Con la expresión latina ad gentesse entiende proponer a Jesucristo a todas las naciones que no han recibido el anuncio del Evangelio.

Desde esta perspectiva hemos de prepararnos para vivir el próximo Año de la Fe. Con el Papa debemos ser muy conscientes de que hoy día todo el mundo es tierra de misión, donde anunciar a Jesucristo a los que no le conocen porque nadie les ha propuesto ni su Persona ni su mensaje. Por tanto la perspectiva es fundamental y básicamente misionera.

Por eso mismo este Año de la Fe debe ser un tiempo de esfuerzo para dar a conocer en especial a Jesucristo a los hombres y mujeres de nuestro entorno. De este modo estaremos en comunión con el deseo del Santo Padre. Él, en su carta apostólica en la que convocaba este Año, afirma: "Desde el inicio de mi ministerio como sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo".

Durante todos los meses del Año de la Fe tendremos que "poner la mirada en Jesucristo, quien inició y va completando nuestra fe". La Iglesia no existe para anunciarse a sí misma, sino para evangelizar, para dar a conocer y hacer presente a Jesucristo y su Evangelio. Esto es lo que el Papa nos llama a vivir durante estos próximos meses de una forma más intensa. Quisiera añadir que para nuestra diócesis tal propósito se integra muy bien con nuestro Plan Pastoral, cuyo primer objetivo dice así: "El anuncio de Jesucristo a los que no le conocen". El Señor nos ha confiado la gozosa responsabilidad de anunciarlo a estas personas con el testimonio de nuestra vida cristiana y con nuestras palabras. Es muy conveniente que seamos conscientes de nuestro compromiso bautismal, que nos hace evangelizadores y apóstoles allí donde estemos. Y sobre todo, debemos invocar la gracia del Espíritu Santo, ya que sólo Él puede abrir el corazón de los hombres y mujeres de hoy a la Palabra de Jesucristo.



† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona