El proyecto "Jóvenes en paro"


(Domingo, 15/04/2012)

Durante la pasada Cuaresma se han celebrado en Barcelona y en otras once ciudades europeas diversos actos de la llamada Misión Metrópolis. Esta iniciativa se ha centrado en la evangelización, es decir, en la propuesta de vivir un encuentro con Jesús y con su Evangelio a las personas que no lo conocen o que, conociéndolo, se han alejado de la práctica religiosa y de la comunidad cristiana. Durante estas semanas de Pascua celebraremos el último acto de la Misión Metrópolis: dar a conocer todavía más el proyecto “Jóvenes en paro”, que iniciamos el año pasado con motivo de mis bodas de oro de ordenación sacerdotal. Para ello contamos con la colaboración desinteresada de los dos clubs de fútbol más importantes de la ciudad: el Fútbol Club Barcelona y el Real Club Deportivo Español.
  
Se trata, cronológicamente hablando, del último acto de la Misión Metrópolis. Pero es muy importante porque comporta la presencia de la acción social en el programa que hemos ido realizando. El esfuerzo actual de la Iglesia para evangelizar el mundo de hoy –la nueva evangelización- no sería auténticamente cristiano y eclesial si olvidara la caridad y el amor. Esta es una de las tres dimensiones de la misión de la Iglesia. En este aspecto, en la reunión de los arzobispos de las doce ciudades europeas que hemos celebrado la Misión, al hablar de la acción social que nos sugerían hacer, pareció mejor respetar lo que se creyera más conveniente en cada lugar.

Recuerdo que en aquella reunión expuse que en nuestro país el 50% de los jóvenes en edad laboral no encuentran trabajo, con todo lo que esto representa para ellos y sus familias, y que nosotros pensábamos trabajar en este programa social que hemos iniciado y que se va realizando gracias a Cáritas Diocesana. Los jóvenes sin trabajo no ven futuro a su vida. Muchos padres sufren porque sus hijos no encuentran su primer trabajo. Todo ello tiene consecuencias muy negativas para los mismos jóvenes y para el país entero.

Hemos querido empezar a hacer algo, como sociedad civil. A veces las acciones surgidas de la iniciativa social abren caminos a la acción política. Podríamos dar ejemplos muy concretos al respecto. Nuestro programa lo hemos titulado “Jóvenes en paro”. Nuestras posibilidades son limitadas. Somos muy conscientes de ello. Sabemos que el grave problema del paro –y en especial del paro juvenil- no lo puede resolver la Iglesia. Es una cuestión eminentemente política; y es la política la primera que debe buscar caminos de solución. “La Iglesia no puede ni debe sustituir al Estado”, nos ha dicho Benedicto XVI en su primera encíclica. Pero –tal como añade el Papa- “tampoco puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia”.

Nuestro proyecto se inscribe en el programa de formación e inserción sociolaboral que Cáritas realiza desde hace años, que ahora se ha intensificado. Para conseguir este objetivo se realizan itinerarios de inserción laboral personalizados y adaptados a distintas necesidades: acogida y conocimiento de las lenguas que el joven necesita, orientación laboral y espacios de búsqueda de trabajo, formación ocupacional de corta y larga duración, mediación laboral con las empresas y bolsa de trabajo, etc. Cáritas Diocesana, durante 2011, en su programa de formación e inserción sociolaboral general, atendió a 2.471 personas, de las que 951 eran jóvenes (el 38,5%). Los jóvenes atendidos en los programas dirigidos a ellos fueron 1.135.

      Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona