La visita ad limina Apostolorum - Domingo 2 de marzo de 2014



Entre los días 24 de febrero y 8 de marzo los obispos de la Conferencia Episcopal Española hacemos la visita ad limina Apostolorum. Esta expresión latina se refiere a dos basílicas romanas, la de San Pedro del Vaticano y la de San Pablo Extramuros. Cuando los obispos viajamos a Roma con motivo de la visita ad limina, vamos a estos dos templos y rezamos ante los sepulcros de los dos grandes apóstoles.

Sin embargo, otro punto esencial de esta visita es el encuentro con el Papa. Esta vez está también el hecho de que es la primera visita con el nuevo Papa, circunstancia que le da un especial interés. A la vez, se hacen las visitas a los diferentes dicasterios romanos.

Pedro nos dice claramente quién es Jesús: "El Mesías, el Hijo del Dios vivo". Jesús nos manifiesta quién es Pedro y la función que Pedro y sus sucesores tendrán en la Iglesia: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del Infierno no la derrotará”.

El obispo de Roma es el obispo de la Iglesia que conserva el testimonio del martirio de Pedro y de Pablo. Juan Pablo II afirmó que "por un misterioso designio de la Providencia, Pedro termina en Roma su camino de seguimiento de Jesús y en Roma da esta prueba máxima de amor y de fidelidad. También en Roma, Pablo, el apóstol de los gentiles, da el testimonio supremo. La Iglesia de Roma se convertía así en la Iglesia de Pedro y de Pablo".

El ministerio de Pedro proviene de la voluntad de Jesús, que quiso que el primer Papa y sus sucesores fueran instrumentos a través de los cuales el Espíritu Santo construye y mantiene la unidad de la Iglesia. Se trata de una unidad interna que consiste en una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Señor, y también de la unidad externa, que significa la unión de cada Iglesia diocesana con su obispo, que la preside, y de la Iglesia universal con el Papa.

El Papa, como Pedro, está llamado a confirmar a sus hermanos en la fe. El ministerio petrino ha hecho efectiva durante toda su historia la promesa de Jesús. Vivir en comunión de amor y de fe con el sucesor de Pedro enriquece la experiencia creyente de los cristianos y estrecha los lazos entre ellos como miembros vivos de la Iglesia. La romanidad ha estado muy presente en nuestra Iglesia en Cataluña. Así lo cantamos en el "Credo", la profesión de fe.

La visita ad limina Apostolorum afecta a toda la Iglesia diocesana. Todos los temas de conversación con el Papa y con los diferentes dicasterios romanos tienen como objetivo inmediato o mediato la situación y el bien de la comunidad diocesana y de todos los que la integran. Es también un motivo para estrechar los vínculos de comunión afectiva y efectiva con el sucesor de Pedro.

  Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona