Los retos de las grandes ciudades - Domingo 18 de mayo de 2014



Los próximos días --del 20 al 22 de mayo-- Barcelona acogerá la celebración de la primera fase del Congreso Internacional sobre las Grandes Ciudades. Con esta comunicación quisiera explicar el sentido de esta iniciativa y sus dos fases.

La primera es la que viviremos esta semana. Durante tres días escucharemos varios expertos en sociología, en teología y en pastoral. Se trata de especialistas muy reconocidos y prestigiosos de diversos continentes, porque es un congreso que quiere ser verdaderamente internacional. La segunda fase, prevista para el próximo mes de noviembre, llevará a nuestra ciudad a cardenales y arzobispos de grandes concentraciones urbanas para reflexionar sobre lo que nos hayan dicho los expertos en la primera fase. El Congreso esperamos que se pueda terminar en Roma poniendo en manos del Papa las propuestas que hayamos formulado y escuchando sus orientaciones.

El papa Francisco ha seguido con mucho interés esta iniciativa, porque le preocupa cómo debe realizar su misión la Iglesia en las ciudades actuales. Dos hechos, entre muchos otros, lo ponen en evidencia. Siendo todavía arzobispo de Buenos Aires, el 25 de agosto de 2011, habló a los participantes en el primer Congreso regional de Pastoral Urbana. Es uno de los textos más expresivos de sus preocupaciones como pastor responsable de la acción de la Iglesia en el llamado Gran Buenos Aires. Comenzaba su intervención diciendo que "ser ciudadano de una gran ciudad es algo muy complejo hoy en día, ya que los vínculos de raza, historia y cultura no son homogéneos y los derechos civiles no son plenamente compartidos por todos los habitantes". La ciudad moderna --decía el cardenal Bergoglio-- incluye muchísimos no-ciudadanos, ciudadanos a medias y ciudadanos sobrantes, es decir, excluidos y marginados".

Ya como Papa, en el que está considerado por todos como su documento programático --el titulado La alegría del Evangelio--, dedica un apartado a lo que denomina los "desafíos de las culturas urbanas". Son un claro desafío también para el cristiano porque --escribe el Papa-- "en estas enormes geografías humanas el cristiano ya no suele ser promotor o generador de sentido, sino que recibe otros lenguajes, símbolos, mensajes y paradigmas que ofrecen nuevas orientaciones de vida, a menudo en contraste con el Evangelio de Jesús. Una cultura inédita late y se elabora en la ciudad" (n. 73).

Los próximos días nos queremos acercar con realismo, escuchando a los expertos, a la realidad de la cultura y la vida urbana. No lo tienen fácil el cristiano y la Iglesia en las grandes concentraciones humanas del presente. Pero no podemos olvidar una constatación sociológica que hizo el cardenal Bergoglio en el Congreso de Pastoral Urbana que he citado: que "la Iglesia al inicio se formó en las grandes ciudades de su tiempo y se sirvió de ellas para extenderse". ¿Qué debemos aprender de la ciudad actual? ¿Qué mirada debemos tener y qué acciones debemos hacer hoy los cristianos en la ciudad moderna? Responder a estas preguntas es el objetivo del congreso que iniciamos los próximos días en Barcelona.


† Lluís Martínez Sistach
Cardenal arquebisbe de Barcelona